La importancia de la vitamina D en las enfermedades cardiovasculares

Xochitl Citllali Olivares Ochoa *a

Citlalin Guadalupe Pérez García*b

Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Universidad de Guadalajara

*a Estudiante del Doctorado en Ciencias de la Nutrición Traslacional (DCNT)

*b Estudiante de la Licenciatura en Nutrición

La vitamina D (VD) la obtenemos principalmente por la exposición de nuestra piel a los rayos solares. También la podemos encontrar en alimentos como los pescados (salmón, caballa y sardina), la yema de huevo y el aceite de bacalao o en los alimentos fortificados, como la leche, el jugo de naranja y algunos cereales (1,2).

Para cumplir con el requerimiento de VD al día necesitamos de la exposición solar y del consumo de estos alimentos. Debido a esto, cuando no se tiene la suficiente exposición solar la ingestión de alimentos con contenido de VD debe aumentar (3). Para conocer si tenemos deficiencia de esta vitamina es necesario realizar un examen de sangre en un laboratorio (1).

Existen diversas razones por las que podríamos tener deficiencia de VD, por ejemplo, los ancianos producen una menor cantidad de VD por baja exposición al sol al tener poca movilidad. En las personas con piel oscura, su color de piel afecta el aprovechamiento de los rayos solares para la producción de la VD. La estación del año, la latitud, la hora del día y la utilización de protector son factores que también intervienen. Dentro de las razones relacionadas con las condiciones médicas podemos encontrar la malabsorción intestinal, el consumo de anticonvulsivos, la enfermedad renal crónica y la obesidad (1).

La VD tiene funciones muy importantes en nuestro organismo, como el mantenimiento de la salud de nuestros huesos (figura 1) (2). Sin embargo, esta vitamina participa en otros procesos del cuerpo menos conocidos como el control de la producción de células que previenen el desarrollo de enfermedades inflamatorias. La deficiencia de VD está involucrada en la aparición de enfermedades de este tipo como la obesidad, la hipertensión y la diabetes tipo (2,4). Adicional a esto, se ha observado que la presión arterial aumenta cuando incrementa la latitud y se sugiere que la VD podría estar involucrada, ya que ayuda a mantener las arterias flexibles y relajadas (5,6).

Por lo anterior, se ha sugerido que la VD podría participar en la aparición de las enfermedades cardiovasculares (EVC) como lo son la enfermedad cerebrovascular, la enfermedad coronaria y la enfermedad de las arterias periféricas que están relacionadas con la aterosclerosis (5). Al inicio se relacionó la muerte por estas enfermedades con una menor exposición a la luz solar, lo que podría aumentar el colesterol en sangre y disminuir la producción de VD por nuestro organismo (7). A la par, se observaron tasas de mortalidad por EVC más altas en invierno, cuando los niveles de VD son más bajos (8). Posteriormente, resultados de investigaciones concluyeron que las personas con niveles bajos de VD en sangre tenían un riesgo mayor de EVC comparado con los que tenían niveles más altos (9,10).

Para conocer si la suplementación con VD podría prevenir la aparición de las ECV se han realizado diversos estudios científicos (11–16). Aunque algunas investigaciones han encontrado beneficios de la suplementación sobre el riesgo de ECV, otras no observan mejoras (17–19). Este tipo de suplementación ha mejorado el perfil de lípidos en sangre en niños, mujeres posmenopáusicas y en personas con diabetes tipo 2, sin embargo, en adultos mayores no se observan estos beneficios (15,18–22). Un gran análisis científico recopiló toda esta información y llegó a la conclusión de que la suplementación de VD no reduce el riesgo de ECV (23).

La VD tiene diversas funciones del cuerpo y se ha sugerido que podría participar en la aparición de las ECV ya que su deficiencia se relaciona con mayor riesgo de padecerlas. Hasta el día de hoy no existe evidencia científica suficiente sobre el impacto que puede tener la suplementación sobre este tipo de enfermedades por lo que lo recomendable es consumir alimentos ricos en VD y exponernos al sol moderadamente para cubrir los requerimientos y así evitar las consecuencias de la deficiencia (figura 2).

Bibliografía:

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2.     Bikle DD. Vitamin D Metabolism, Mechanism of Action, and Clinical Applications. Chem Biol. 2014;21(3):319-329. doi:10.1016/j.chembiol.2013.12.016

3.     Uzunova I, Kirilov G, Zacharieva S, Zlatareva N, Kalinov K. Does Vitamin D Status Correlate with Cardiometabolic Risk Factors in Adults with Growth Hormone Deficiency? Horm Metab Res. 2017;49(07):499-506. doi:10.1055/s-0043-100114

4.     Sivritepe R, Basat S, Ortaboz D. Association of vitamin D status and the risk of cardiovascular disease as assessed by various cardiovascular risk scoring systems in patients with type 2 diabetes mellitus. Aging Male. 2019;22(2):156-162. doi:10.1080/13685538.2018.1499080

5.     Wang TJ, Pencina MJ, Booth SL, et al. Vitamin D Deficiency and Risk of Cardiovascular Disease. Circulation. 2008;117(4):503-511. doi:10.1161/CIRCULATIONAHA.107.706127

6.     Holick MF. The vitamin D deficiency pandemic and consequences for nonskeletal health: Mechanisms of action. Mol Aspects Med. 2008;29(6):361-368. doi:10.1016/j.mam.2008.08.008

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8.     Douglas AS, Dunnigan MG, Allan TM, Rawles JM. Seasonal variation in coronary heart disease in Scotland. J Epidemiol Community Health. 1995;49(6):575-582. doi:10.1136/jech.49.6.575

9.     Giovannucci E. 25-Hydroxyvitamin D and Risk of Myocardial Infarction in MenA Prospective Study. Arch Intern Med. 2008;168(11):1174. doi:10.1001/archinte.168.11.1174

10.   Pilz S, März W, Wellnitz B, et al. Association of Vitamin D Deficiency with Heart Failure and Sudden Cardiac Death in a Large Cross-Sectional Study of Patients Referred for Coronary Angiography. J Clin Endocrinol Metab. 2008;93(10):3927-3935. doi:10.1210/jc.2008-0784

11.   Harvey NC, D’Angelo S, Paccou J, et al. Calcium and Vitamin D Supplementation Are Not Associated With Risk of Incident Ischemic Cardiac Events or Death: Findings From the UK Biobank Cohort: NO ASSOCIATION OF CALCIUM/VITAMIN D SUPPLEMENTATION WITH CARDIAC EVENTS. J Bone Miner Res. 2018;33(5):803-811. doi:10.1002/jbmr.3375

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22.   Zittermann A, Ernst JB, Prokop S, et al. Daily Supplementation with 4000 IU Vitamin D3 for Three Years Does Not Modify Cardiovascular Risk Markers in Patients with Advanced Heart Failure: The Effect of Vitamin D on Mortality in Heart Failure Trial. Ann Nutr Metab. 2019;74(1):62-68. doi:10.1159/000495662

23.   Elamin MB, Abu Elnour NO, Elamin KB, et al. Vitamin D and Cardiovascular Outcomes: A Systematic Review and Meta-Analysis. J Clin Endocrinol Metab. 2011;96(7):1931-1942. doi:10.1210/jc.2011-0398