Cirugía bariátrica como tratamiento para la diabetes mellitus tipo 2: ¿Es la solución?
- NUTRASCIENDE CUCS
- 19 jun
- 8 Min. de lectura
Monserrat del Carmen Márquez Campos ᵃ
Miguel Antonio Robledo Valdez ᵇ
Karla Ivette Gómez Becerra ᵇ
Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Universidad de Guadalajara
ᵃ Estudiante de la Licenciatura en Nutrición
ᵇ Estudiante del Doctorado en Ciencias de la Nutrición Traslacional (DCNT)
Introducción
En 2017, la diabetes mellitus tipo 2 (DM2), afectó a 462 millones de personas en el mundo, lo que corresponde a un 6.28% de la población mundial. Más de 1 millón de muertes anuales se atribuyen directamente a esta enfermedad, lo que la posiciona como la novena causa principal de mortalidad (1). Estas estadísticas son menos favorables en México, donde esta enfermedad causó el 15% de las muertes totales. En su conjunto, representa un importante problema de salud pública. Hace 10 años, la remisión (que puede entenderse como la recuperación o mejoría) de la DM2 era considerada imposible. Sin embargo, estudios recientes indican que la cirugía bariátrica puede ayudar a controlar la diabetes de una manera muy efectiva. Los resultados de la cirugía a menudo son más notorios y duraderos en comparación con el uso de medicamentos a largo plazo y con cambios en el estilo de vida, que involucran dieta y ejercicio. Lo cual nos hace cuestionarnos, ¿es la cirugía bariátrica la solución para la diabetes?
Conexiones entre la DM2 y la obesidad
La DM2 y la obesidad son enfermedades muy relacionadas entre sí. Ambas están aumentando de manera significativa en todo el mundo y comparten diferentes causas y procesos en el cuerpo. Algunas personas tienen genes que los hacen más propensos a tener ambas enfermedades, pero el ambiente en el que viven, como la alimentación poco saludable y la falta de ejercicio, también juegan un papel muy importante (2).
Cuando una persona tiene mucha grasa en el cuerpo, esta se acumula en lugares en los que se afecta el funcionamiento de las células. La grasa extra hace que el cuerpo no responda bien a la insulina (hormona que ayuda a controlar la glucosa o “azúcar” en la sangre) por lo que el cuerpo produce más para compensarlo, pero con el tiempo, las células que producen esta hormona en el páncreas se dañan y dejan de funcionar bien, lo que provoca una resistencia y el desarrollo de la DM2. Además, la grasa produce una inflamación leve pero constante en el cuerpo, que afecta a las células del páncreas y otras partes, haciendo que el cuerpo funcione mal. Por lo tanto, la obesidad crea condiciones en el cuerpo que hacen más fácil que se desarrolle la DM2 (2).
Cirugía bariátrica: indicaciones, tipos e implicaciones para el control de la DM2
La cirugía bariátrica es un procedimiento realizado para tratar la obesidad, con el objetivo de disminuir el peso corporal, ya que se modifica el sistema digestivo para que las personas coman menos o absorban menos energía, ya que se aumenta la saciedad con menos alimentos. Sin embargo, la cirugía bariátrica no sólo ayuda a perder peso, sino que también mejora el control del azúcar en la sangre y se ha observado que puede inducir la remisión o mejoría de la diabetes en muchos pacientes (2–4). Además, se asocia a mejoría en las complicaciones microvasculares (daño en vasos sanguíneos pequeños, que pueden causar complicaciones en la vista, insuficiencia renal o pérdida de sensibilidad en las extremidades del cuerpo) y macrovasculares (daño en los vasos sanguíneos grandes, que puede ocasionar enfermedades del corazón, infartos o derrames cerebrales) de la DM2 (2).
Según la Sociedad Estadounidense de Cirugía Bariátrica y Metabólica, la Asociación Americana de Diabetes (ADA) y la Asociación Latinoamericana de Diabetes, la cirugía está indicada en los siguientes casos:
Pacientes con un índice de masa corporal (IMC) ≥ 40 kg/m2
Pacientes con un IMC ≥ 35 kg/m2 y presencia de una o más enfermedades (comorbilidades) asociadas a la obesidad como DM2, dislipidemia, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, apnea obstructiva del sueño, osteoartritis y enfermedad del hígado graso no alcohólico que no logran un descenso de peso mantenido y el control de la glucosa (azúcar de la sangre) por otro método (5,6).
Una de las técnicas de cirugía bariátrica más empleada es el bypass gástrico en Y de Roux, este consiste en cortar una parte del estómago para crear una bolsa pequeña y conectarla directamente al intestino delgado. Esta técnica genera la sensación de saciedad temprana para reducir el consumo de alimentos, reduce la absorción intestinal e induce cambios hormonales como la disminución de la hormona del hambre conocida como leptina y de la insulina (hormona que funciona como una llave para que el azúcar de la sangre entre a las células), además eleva las concentraciones de péptido YY, que es una hormona que conducen al aumento de la saciedad, en términos simples, disminuye el hambre y nos llenamos más rápido (7). Esta técnica se ha asociado con un mantenimiento de la remisión de la enfermedad en un seguimiento a 10 años comparado con pacientes que llevaron un tratamiento médico convencional, además de presentar menos complicaciones relacionadas con la enfermedad (8).
Otros procedimientos, como el bypass gástrico de una anastomosis, pueden ofrecer mejor pérdida de peso y mayor tasa de remisión de diabetes que la gastrectomía en manga, aunque tienen riesgos específicos como el reflujo biliar o la necesidad de seguimiento a largo plazo (2).
No todos los pacientes responden igual, algunos con más años de evolución de su DM2, con mayor uso de insulina o con un pobre control de su glucosa pueden tener recaídas en el padecimiento con el tiempo, aún después de la cirugía. Por ello, debe considerarse individualmente según el paciente (2).
Impacto de la cirugía bariátrica en la calidad de vida
La cirugía bariátrica puede tener un impacto positivo significativo en la calidad de vida de los pacientes con DM2 y obesidad. Los pacientes sometidos a cirugía muestran una mejora en la calidad de vida en comparación con aquellos que solo reciben tratamiento médico y cambios en el estilo de vida. Esto se relaciona con la mayor pérdida de peso sostenida durante los dos primeros años después de la cirugía, con un mejor control glucémico, menor uso de medicamentos, y menor incidencia de complicaciones relacionadas con la DM2, como la hipertensión y las dislipidemias, observadas en los pacientes operados (2,8,9).
Sin embargo, con la cirugía bariátrica también es posible que surjan algunas complicaciones relacionadas con la reducción en la absorción de nutrientes, como: desnutrición, consumo insuficiente de vitaminas como la D y B12, y de minerales como el hierro, lo que puede ocasionar anemia, así como de zinc y selenio (10,11). También pueden presentarse diarrea, vómito e intolerancias alimentarias (12).
Por lo tanto, es de suma importancia que se lleve un tratamiento nutricional con un especialista en nutrición antes, durante y después de la cirugía bariátrica para prevenir o tratar estos efectos secundarios en caso de que se logren desarrollar. La importancia del seguimiento a largo plazo permite manejar mejor las deficiencias y complicaciones que puedan afectar negativamente la calidad de vida.
Cambios en el estilo de vida después de la cirugía bariátrica
Después de la cirugía bariátrica, los pacientes deben continuar con modificaciones en el estilo de vida para optimizar los resultados y mantener la remisión de la DM2 (8). Es fundamental realizar cambios en la alimentación, ya que los pacientes sometidos a cirugía bariátrica deben de seguir un plan de varias comidas al día, en pequeñas cantidades, para garantizar el consumo adecuado de proteínas, vitaminas y minerales. Asimismo, se debe considerar incluir más frutas, verduras, cereales integrales y granos enteros, leguminosas como los frijoles y frutos secos como los cacahuates, almendras, nuez. También es importante incluir pescado o pollo e implementar el uso de aceite de oliva. Se recomienda limitar el consumo de productos lácteos, carnes rojas, dulces, productos con azúcares añadidos, alimentos altos en sodio y algunos otros como los altamente procesados: galletas, panes, embutidos, etc. Se debe evaluar el conocimiento del paciente sobre las recomendaciones de la dieta para facilitar las herramientas necesarias que permitan la comprensión y adherencia al tratamiento.
Por otra parte, se sugiere evaluar el tipo de actividad física, la frecuencia, intensidad (si es leve, moderada o vigorosa) y la duración que realiza el paciente. En caso de que la actividad física realizada sea leve, se debe promover un aumento, realizar como mínimo 30 minutos diarios de caminata rápida y actividad aeróbica moderada al menos dos veces por semana (8).
Aunque la cirugía proporciona una poderosa reducción de peso y mejora metabólica, el control a largo plazo de la DM2 también depende del compromiso del paciente con una alimentación saludable y actividad física adecuada. Para una mejor adherencia a este tratamiento, es fundamental que el paciente cuente con aspectos positivos relacionados a su entorno que le ayuden o le faciliten la realización de las recomendaciones, como tener apoyo familiar, además de mantenerse motivado e identificar las barreras que pueden provocar que al paciente le resulte difícil realizar las recomendaciones. Sin dejar de mencionar que es esencial que proveedores de salud dispongan de tiempo y recursos para colaborar en la educación alimentaria y cuidados de salud de los pacientes que viven con diabetes (1).
Conclusiones
Con base en la información mostrada, la evidencia sugiere que la cirugía bariátrica es un tratamiento importante para la mejora de la DM2, es decir, trasciende su rol como un simple tratamiento para la obesidad y puede impactar favorablemente para el control metabólico de enfermedades como la DM2. Sin embargo, no puede considerarse la solución definitiva y universal para esta enfermedad, ya que el éxito no se logra únicamente por la realización de este procedimiento, ni está libre de desafíos, como los riesgos de deficiencias nutricionales que exigen vigilancia continua.
Lo anterior, nos ayuda a responder la pregunta que hemos planteado en el título de este artículo, enfatizando que si bien, la cirugía bariátrica es una herramienta poderosa que ofrece la medicina moderna para inducir la remisión de la DM2 en pacientes con obesidad, su efectividad y consolidación de sus beneficios dependen de la adherencia de los pacientes a un estilo de vida modificado, a su compromiso activo con una alimentación saludable, ejercicio regular y el seguimiento de un equipo multidisciplinario. Por lo tanto, la cirugía bariátrica más que una solución, es una oportunidad excepcional que, gestionada con responsabilidad, puede cambiar el curso de la enfermedad.
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